El selfie típico es una persona sosteniendo la cámara o dispositivo móvil a todo lo largo de su brazo, con el objetivo apuntando a sí mismo. La fotografía incluye parte del brazo, sin dejar duda de que se trata de un autorretrato. También existe la modalidad de un autorretrato con la cámara apuntando hacia un espejo, incluso algunas versiones incluyen un reflejo de flash. Conforme se han popularizado más en el las redes sociales, los selfies se han ido sofisticando más, al punto de que algunos no incluyen la cámara o móvil que tomó la fotografía.
La primer selfie de la historia...
Consejos para tomar una buena selfie...
Distancia y ángulo
Las cámaras de smartphones no son las mejores, pero tienen una gran ventaja: la comodidad. Las personas siempre llevan sus teléfonos a todas partes.
Para obtener la mejor fotografía con un smartphone, utiliza la cámara trasera, que tiene mayor resolución. Si utilizas las cámara de enfrente, que es útil para obtener el encuadre exacto, asegúrate de no mirarte en la pantalla, sino ver al lente cuando tomas la fotografía.
Revisa el fondo
Eres la estrella de tu selfie, pero eso no significa que puedes ignorar lo que está detrás de ti.
Voltea y revisa el fondo. Sé consciente de las intersecciones potencialmente extrañas, como un haz de luz o un árbol que pareciera salir de tu cabeza. Busca los potenciales saboteadores de fotografías, o considera si una escena sería un mal contraste para tu rostro sonriente y alegre, como una procesión fúnebre o un accidente.
Sigue las tendencias
A veces una tendencia específica de selfies arrasará en redes sociales. Busca hashtags interesantes y únete a la diversión. Por ejemplo, los jueves se convirtieron en “throwback Thursdays” (jueves de retroceso) o #tbt, y las personas publican fotografías de ellos mismos de años atrás. Muchas de esas son selfies, milagrosamente tomadas antes de que la palabra selfie significara algo.
Edicion: Lucas Montero
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