Un 12 de agosto de 1887, nace el físico austriaco Erwin Schrödinger, ganador del
premio Nobel y reconocido por el experimento imaginario del "Gato de Schrödinger”, un
experimento que ayudó a ilustrar los problemas que tenía la aplicación de la “Interpretación
de Copenhagen” de la mecánica cuántica en los objetos de día a día.
Erwin Schrödinger nació en
Viena y ganó el Nobel de Física en 1933 cuando era profesor de la Universidad
de Zurich, por la creación de la "Ecuación de Schrödinger",
una fórmula matemática de las ondas mecánicas que todavía es utilizada por
matemáticos en la teoría cuántica.
Murió en Viena en enero de 1961 por tuberculosis.
Murió en Viena en enero de 1961 por tuberculosis.
Schrödinger y su experimento:
“Un gato es colocado dentro de una caja cerrada junto a una botella de gas venenoso y un dispositivo, el cual contiene una partícula radiactiva con un 50 % de probabilidad de desintegrarse en un tiempo establecido. Si la partícula llega a desintegrarse, el veneno se libera y el gato muere. En esos momentos, hay una probabilidad del 50 % de que el dispositivo se haya activado y el gato esté muerto, y la misma probabilidad de que el dispositivo no se haya activado y el gato esté vivo”.
La paradoja radica en que al desconocer el estado del gato, este se encuentra
en una superposición de estados "vivo" y "muerto", pero
cuando se abra la caja para comprobar el estado, este estará vivo o muerto.
Mientras que en la descripción clásica del sistema el gato estará vivo o muerto antes de que abramos la caja y comprobemos su estado, en la mecánica cuántica el sistema se encuentra en una superposición de los estados posibles hasta que interviene el observador. El paso de una superposición de estados a un estado definido se produce como consecuencia del proceso de medida, y no puede predecirse el estado final del sistema: sólo la probabilidad de obtener cada resultado. La naturaleza del proceso sigue siendo una incógnita, que ha dado lugar a distintas interpretaciones de carácter especulativo.
Mientras que en la descripción clásica del sistema el gato estará vivo o muerto antes de que abramos la caja y comprobemos su estado, en la mecánica cuántica el sistema se encuentra en una superposición de los estados posibles hasta que interviene el observador. El paso de una superposición de estados a un estado definido se produce como consecuencia del proceso de medida, y no puede predecirse el estado final del sistema: sólo la probabilidad de obtener cada resultado. La naturaleza del proceso sigue siendo una incógnita, que ha dado lugar a distintas interpretaciones de carácter especulativo.
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